Blanco, Celeste, amarillo y
oscuridad
Azul profundo, en los causes
interminables
De un universo cada día más
excitante
Fuimos los que nunca existió
Somos la recuperación,
La intimación a lo irreal.
Las orillas marchitas,
silenciosas
Gritan en un instante y nadie
olvida,
La culpa atiende su juego
Su rostro sin belleza
Sin gesto
Todo invisible, tan superficial.
La tormenta suena
Y Moja en el refugio
De los que miran un mundo vivo
Tocando el interior,
Sintiendo su natural crecimiento
Rozando mi cuerpo
Al excitante sabor de verde
corazón.
Juntos amanecemos
Cercanos,
Lejanos,
En una galera
de interminables sueños.
Los oscuros caminos
Pueden llegar tan lejos
Como un rayo en el infinito.
Entra, busca
Da pasos exagerados,
Tiembla al temblar
Y ríe cuanto el dolor
Se desvanezca.
Los animales se arriesgaron
alguna vez.
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