Los tiempos de la derrota siguen
esperando su final, las transparente lagrimas cavaron hondo en los jardines de
la batalla. las manos acumularon sangre, furia y jazmines, en lo alto del
abismo, sublime esperan, detrás del lecho de los dioses. Y aquí, esperando
todavía nuestra oportunidad, inevitablemente viéndolo.
Las alas entre los cuatro
vientos, examinan la percepción absoluta, la existencia de un mar de amores.
Solo un paso, estrategia y movilidad, navegando las aguas salvajes, las que
nadie se atrevería a cruzar.
Los inmortales que nos dieron
una razón para seguir, caminan sobre laminas sensibles y eso tan explosivo!!
Esta es la tierra, donde caen
los brazos y suben los ánimos, alimento de nuestros tiempos que tiñen los
bosques de azul. tan tibio desarrollo, tan vago lo observado, por un tonto sin
piedad. Tiempos sin paz, sin tiempo, sobre cadenas en movimiento.
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