Cada vez que puedo, viajo hacia la luna y me siento vivo, y muero en
cada rato cuando pienso en regresar a mi ciudad, la luna me mira sonriente
esperando mi visita, muestra su sonrisa que refleja mi alma.
Y juntos navegamos en el monte, regalando risas y cantos, como un
peregrino gritando sus verdades, muchas, millones de pequeñas verdades que
esperan ser. Y ahí me siento vida, vida morena, vida suerte, vida rica, vida
luna.

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