Entra hoy por la ventana,
absorbe mis dudas
y expúlsame a los mares
Explícame, pues,
la fiebre en la locura
los pétalos que arden,
y las penas que someten
porqué el nacimiento
y cuales son tortura.
infiernos y deseos
de quienes combatieron,
y resisten al olvido.
Mi ventana queda abierta
para oirlas nuevamente
basta un beso tuyo
para morir en tus brazos,
ser noche entre la noche
y mártir en la tierra.
No habito a nadie,
solo un hombre que divaga
soy gritos de silencio
insultos de palabra.
Quien ejecuta en lenta voz,
para volverse fuente.
LOS CAMINOS
Nos
iremos tal vez,
ignorando la suerte o la desdicha;
sin ver lo verdadero de la utopía,
quizás, entendiendo cuánto vale la vida.
los segundos no van a ser comprados.
ni las horas un mal de amores,
proclamando el valor libre
de nuestra alma, sin exigirle al codicioso que utilice su balanza.
ignorando la suerte o la desdicha;
sin ver lo verdadero de la utopía,
quizás, entendiendo cuánto vale la vida.
los segundos no van a ser comprados.
ni las horas un mal de amores,
proclamando el valor libre
de nuestra alma, sin exigirle al codicioso que utilice su balanza.
Que
la muerte nos descubra insolentes,
en la tierra de los hombres,
por haber sido valientes
y que de los cielos bajen
sin alas ni coronas
los deseos más intensos.
en la tierra de los hombres,
por haber sido valientes
y que de los cielos bajen
sin alas ni coronas
los deseos más intensos.
EL ENGAÑO
La
espera no lo deja en paz, siempre consumiendo el verdadero momento que se tiene,
tan solo vivir es comenzar.
Escondiéndose
en las garras, que siempre son las mismas; tal vez un llanto, que pueda sacudir
la voluntad, y desprenderse de esas peligrosas noches que lo atrapan y lo
alejan. Rompiendo la estructura del miedo, esa rectitud que trae el
conformismo, de querer vivir sin morir. Y caminar sobre una escalera al cielo y
con fuerte voz, gritar lo que se ha prohibido y no callar lo que se quiere
decir.
UNA VERSIÓN DE LOS OJOS
Sus
ojos expresaban, un torrente de letras, que acariciaron el papel; invitando
aquel que quiera descubrir. Es
la historia de un pueblo, que comenzaba a brillar, negando el olor del
letargo y la comodidad, explotando del cañón del silencio, siendo
murmullo queriendo gritar. Es
el cuento de los corazones rebeldes que avanzan escondidos, castigados con dolores obligados a doler. Donde
lejanos pergaminos incitaron al despojo y al cruel relato de la libertad de papel; presumiendo su idiotez, tratando callar lo imposible; la canción
del fuego y el aire, cantadas en las noches de fiesta, disparando un mensaje al cielo:
“Si la oscuridad es rey,
las luces serán vanguardia,
Convirtiendo las pequeñas
voces solitarias
en una sola mirada,
en una sola mirada,
Ese perfecto
igual de lo que somos,
El ser más puro
que abraza la tierra,
Guerrero de fina mirada,
Clavando la vida, en
lo profundo de la selva”
Un
relato fantástico perdido en los días, una leyenda que brilla en la inmensidad,
buscando el sueño de la luna al encuentro del sol.
UNA HUELLA EN EL CAMINO
En
un pequeño pueblo pesquero de la costa mexicana, donde los cantos y la memoria resonaban en borracheras y en atardeceres de guitarras e historias, conocí a un hombre de largo sombrero y flaqueza absoluta, que barría los caminos que no servían más que para que largos tacones no se olvidaran de
su bienestar, nada conocía de ese mundo vil y peligroso, nada conocía de lujos
y menos de copetines y platos sofisticados.En sus ojos cristalinos, mostraba un mundo mágico; yo vi el misterio, como quien mira el cielo sin luna con mil estrellas resplandeciendo en el horizonte, dejando un perfume que quedará por siempre; sin tiempo ni gloria, con el aroma de la selva y la sabiduría de la tradición que a cada paso que avanza deja una huella infinita en el corazón del que lo recibe.
UN PASEO POR EL RIO
—El
dinero está armado—dijo el hombre junto a mí, con un ojo en sus remos y otro en
la eternidad, como una flecha viajando por el infierno
— cuentan con
un escuadrón preparado para matar, que enloquece al que no quiera comprar —decía,
bajo su barba manchada de tabaco y ron.
—Un escuadrón de dios, así lo llaman, guardianes
del tesoro, profetas rufianes y mentirosos, que enfrentan al que resiste, que
apuestan en un juego lujurioso, donde la suerte del timado es la que paga—.
— no habrá
costo ni paga para el hombre libre— susurraba cantando.
.... Y continué mi viaje, dentro del mundo y en
silencio, navegando en un rio brillante e infinito.
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