DIARIO SUELTO DE UN PEREGRINO


Estos peregrinos que encienden la mecha de la locura, éstos, que viajan por este mundo sin rumbo. Estos, que nos miran compasivamente. 
Estos, que con voz cálida, van cantando sus mundos posibles, arropados sin más, que con fuegos, con vientos y mares. Ellos entregan, sus alas, para que sientan la libertad, sus fuegos, para ver los sueños nuevos, los mares para lavar viejas penas.

Pero lo que realmente quieren, estos camineros, es regalar sus vientos para ver volar más peregrinos.

 Existe un lugar que invita a una realidad que no se ve, pero que se mira, una imagen sin sabor, un sol, que no calienta.
En ese lugar, todo parece tener importancia, pero en sus gigantescas veredas se ocultan nefastas tristezas y una pena maquillada de placer y falsas sonrisas.  
Sus habitantes pasan sus días contando historias, entreteniendo a sus cautivos, mientras que afuera de ese gran globo, la vida camina con ilusiones verdaderas, sobre tierras firmes, abrazando la esperanza de ver en cada momento una revolución.


INTERMITENCIAS


Son mis ojos los que miran y es el corazón que siente, la traba de la mente que avanza cayendo desde lo más alto de mí. Se precipita fuertemente hacia la nada, y cae en el infinito de los días.
Un sentido que a veces parece perdido, que te empuja hacia adelante, hacia la tierra de la esperanza. Y ahí comienza un rumbo imperfecto, peligroso. Donde el misterio y la belleza, sobrevuelan las cenizas de la mente.do la oscuridad.

HOMBRES Y ENGRANAJES


El reino del hombre no es el estrecho y angustioso territorio de su propio yo, ni el abstracto dominio de la colectividad, sino esa tierra intermedia en que suelen acontecer el amor, la amistad, la comprensión, la piedad. Sólo el reconocimiento de este principio nos permitirá fundar comunidades auténticas, no máquinas sociales. 

Ernesto Sabato.

UNA BOCANADA SALVAJE


  Permite el hombre, escuchar el latido de lo desconocido, y mirar por la ventana de los vientos, esos que interrumpen sin aliento, devorando la oscuridad. Una bocanada salvaje de acción, un golpe certero y eficaz. 
Ahí, la simpleza de vivir, simple, como la hoja en otoño, simple, como éstas tierras, caminando con el instinto de buscar. De la búsqueda incesante de un mundo cada vez mas grande y mas luminoso.

Cuando los mundos sean mas mundos. Cabrán estos pequeños mundos.

MIRANDO LOS PEQUEÑOS MUNDOS


Rogelio Valdés, Comentaba al pasar en una mañana de sol, que un hombre podía esconder pequeños mundos. Que aquellos quedaban para siempre en el alma. Mientras su vista acariciaba el atardecer, contaba que, en los tiempos de soledad, la alegría aparecía como un abrazo bien dado o una sonrisa al pasar, y en los tiempos de guerrillas, el corazón era la vida, y en esas tardes se moría por amor”.
Rogelio, comentaba muchas cosas, que todavía hoy, me hacen soñar.


Los Olvidados


Los pequeños contienen voces, un enorme tesoro que nadie quiere encontrar, con nostalgia y miradas perdidas, van caminando sobre nubes silenciosas. Son los perseguidos, por ser pequeños y explosivos. Sobre desiertos invisibles, construyen un mundo mágico y original.
Hace ya mucho tiempo, se ha escuchado que aquellos hombres, que nadie miraba, cruzaron mundos, selvas y montes. Siguiendo a las voces que regalaban mas caminos, por el solo hecho de seguir caminando.