UN CARNAVAL EN EL VIENTO

Una vez, envuelto en la noche, un carnaval gritaba al viento:
                           
      “No te dejes arrastrar al mar de las sombras,
        esas que te hacen olvidar porque estas acá.
       Que no te ofrezcan más de la cuenta,
        y descubre a los que alguna vez
       se sentaron en tu mesa apuñalando la verdad.
                             
      Nadie puede enloquecer tu libertad,
      Algo como el aire, no se puede robar,
      Con los ojos bien abiertos, míra de frente,
      ponte de pie, e insulta al que trate de frenar tu caminar,
      Alguien del otro lado del mar, está como vos,
      Buscando la verdadera razón de existir”.

LA RELIGION ACTUALIZADA


En una mesa bien decorada, se decide el mundo de hoy, moldeando a los hombres, a sus obscenas pretensiones.  Con un cartel invisible en sus manos, cantan historias de vencedores y derrotados, de fabulosos placeres y divinos manjares.  
Mientras hoy, las calles se contaminan de insultos y mentiras, se escupe la esperanza del que quiere gritar y se tapa la profunda miseria con brillantes objetos de colores.
Sedientos de poder,  matan por obtenerlo,  la vieja religión que sigue aturdiendo a la humanidad.

UNA DESPEDIDA


Rozando una corteza áspera y crujiente, me decidí a olvidarte, dejando que te alejes, en silencio, perdiéndote en el suave agujero del tiempo.
Y libre, como un lobo solitario, me convierto en noche, y colgado de la luna, sobrevuelo el reino de las almas errantes, buscando una chispa que me guíe por el camino sediento de desobediencia.
Comienza así, un círculo de fuego, destruyendo el muro invisible de la valentía y el temor.

BUSCANDO ME FUI


En el amanecer del mundo, con el viento de compañero, aceleré el paso, buscando el delirio de lo liviano. Fui en búsqueda del mayor reto, del desafío eterno, me fui buscando y me perdí soñando.
Me encontré mirando, y mirando me desperté.