CRONICAS NOCTURNAS

En las noches de invierno, solía recorrer la ciudad,  abrigando sombras, del frío y de otras calamidades.
A estos que la sociedad escupe, como producto defectuoso, con un abrigo y cientos de palabras, penetraba en los callejones, e insultaba al viento. Impotente ante los que teniendo ojos, miraban con los pies.


El DISCURSO DEL JUGLAR

Una niebla lo cubría todo y yo deambulando por la soledad, perdido en tus ojos, que te me escapas como una brisa  por los rincones, que te pierdes como brillante luz en la noche, te persigo aunque mis pies no avancen, ni que mi mente se encandile con el efímero temor.
Tu mirada, es un puño firme que se muestra en el aire, negando toda dependencia, ni esclavizando los pensamientos. Apuras una fuerte manifestación de amor, en una tierra que no tiene dueño, ni emperador.  
Es libre como la semilla que nace entre las rocas, es fuego ardiendo en el alma, es canción bailando con el viento sin control,  sobre la mar revoltosa, buscando la invisible integridad de los elementos.


BAILANDO CON EL FUEGO

Que les voy a decir, si las venas están sangrando hace tiempo, todo lo malo lo dejo a un lado y voy comiendo de la tierra, de la luna y el vino.
Hacia el norte dirás, masticando fina fruta y delicado bienestar, donde los placeres cuestan caro, y  la codicia es ley. Donde los aires de grandeza son perfume entre las sombras, y los muertos son dinero para los poderosos.
Yo señalo al sur, de mil noches y mil fuegos, que absorben las lágrimas de las profundas tinieblas.
Los brujos en sus sueños, ríen de tanto cantar, las baladas más tristes de un futuro abrasador.


MUNDO CIEGO

Se vive  en los terribles mundos de los ciegos, nos venden una podrida eternidad, donde  los precios abundan y se evaporan en la mentira.
Mentira de existir, de exigir una vida robada,  que de tan vacía, se pierde en lo profundo del aire.
Cuando la tierra húmeda parece desaparecer, los dueños del mundo te piden una gran colaboración, te señalan y te advierten,  amenazando tu calidad y tus sueños.
El lobo desciende del monte en ocasiones que tanto adoras, permitiendo que la locura de pertenecer, se ría de tus flacos atributos,  y te enjaule en la debilidad.
Pero el ojo salvaje mira por la fina ventana que se abre al exterior,  preguntando si todos será real.
Se destierra  el hombre que atraviesa el bosque profundo, abriendose al viento que sopla entre lo oscuro y deja el rancio placer de continuar estibando, se disuelve en la sinrazón de ser libre.


ROMPIENDO EL CIRCULO ESCLAVO

La mente te empuja hacia un laberinto, con mil murales y mil paredes, esclavizando tus ideas, desnudándote en la soledad, donde la acción se desvanece y quedas dando vueltas en el mismo circulo, perdido en los cielos deformes y cuerdos. Rutinas y más rutinas, causan un estupor momentáneo, sin ver como la  hoja se cae de las alturas y se esconde en lo más profundo de la tierra.
 Caes en una noche romántica y en las que te despides del mundo y tu demonio se apodera de tu ser, las cadenas se mueven como lo haces tú, dándote espacio antes de probar el sabroso manjar, cubriéndote de polvo, se estira y se afloja, a su propio placer.

Pero el universo garantiza energía, de poder explotar en el aire y disolverse en un cantar. Las lágrimas acechan en un mundo que no es real y se esfuman con el viento, en esas noches que te palpita el corazón por encontrar un segundo libre, desarmado y desnudo.

DESNUDANDO LA PEREZA

Un paño mojado, una tristeza que se va, encuentro en las penas un camino imposible de esquivar, son las transformaciones las que hacen al hombre.

 El caos tormentoso, es como la chispa a la creación, nada se consigue sin un obstáculo para aprender, se comprende la vida con los ojos abiertos, se entiende al mundo marchando con pasos firmes,  construyendo una fortaleza para desvanecer el pasado maldito y así construir un futuro donde la rebelde alegría desnude la pereza del conformismo.

UN CARNAVAL EN EL VIENTO

Una vez, envuelto en la noche, un carnaval gritaba al viento:
                           
      “No te dejes arrastrar al mar de las sombras,
        esas que te hacen olvidar porque estas acá.
       Que no te ofrezcan más de la cuenta,
        y descubre a los que alguna vez
       se sentaron en tu mesa apuñalando la verdad.
                             
      Nadie puede enloquecer tu libertad,
      Algo como el aire, no se puede robar,
      Con los ojos bien abiertos, míra de frente,
      ponte de pie, e insulta al que trate de frenar tu caminar,
      Alguien del otro lado del mar, está como vos,
      Buscando la verdadera razón de existir”.