Un
dragón de fuego y cicatrices, un dolor que se aleja y una gigantesca alegría de
sentir la energía del sol. Las alas del gigante se agitan suavemente, atraviesan el sinsentido que tiene la
inacción y se atreve a esculpir su propio rumbo, retando a un mundo, que de
solo mirarlo envejece. Se alimenta del camino, y se aleja al horizonte, ese
lugar que no tiene dueño, pero logra enamorar a todo peregrino. Iracundo y delirante, escribe su historia con palabras
voladoras, apasionando al viento de mágica poesía rebelde. PALABRAS VOLADORAS
Un
dragón de fuego y cicatrices, un dolor que se aleja y una gigantesca alegría de
sentir la energía del sol. Las alas del gigante se agitan suavemente, atraviesan el sinsentido que tiene la
inacción y se atreve a esculpir su propio rumbo, retando a un mundo, que de
solo mirarlo envejece. Se alimenta del camino, y se aleja al horizonte, ese
lugar que no tiene dueño, pero logra enamorar a todo peregrino. Iracundo y delirante, escribe su historia con palabras
voladoras, apasionando al viento de mágica poesía rebelde. PAÑUELOS ROJOS
Saliendo… juntando estrellas en el mar, viendo
un nuevo mundo que nadie tocará.
Porque nadie puede tocar nuestra voz,
Porque nadie puede tocar las palabras,
Nadie podrá destruir lo que no pueden silenciar.
Máximo resplandor al encuentro de la vida, los
corazones laten agitadamente y las puertas se abren al infinito. Donde la
rebeldía sea el fantástico poder de los guerreros
CRONICAS NOCTURNAS
En las noches de invierno, solía recorrer la
ciudad, abrigando sombras, del frío y de
otras calamidades.
A estos que la sociedad escupe, como producto
defectuoso, con un abrigo y cientos de palabras, penetraba en los callejones, e
insultaba al viento. Impotente ante los que teniendo ojos, miraban con los
pies.
El DISCURSO DEL JUGLAR
Una niebla lo cubría todo y yo deambulando por
la soledad, perdido en tus ojos, que te me escapas como una brisa por los rincones, que te pierdes como
brillante luz en la noche, te persigo aunque mis pies no avancen, ni que mi
mente se encandile con el efímero temor.
Tu mirada, es un puño firme que se muestra en
el aire, negando toda dependencia, ni esclavizando los pensamientos. Apuras una
fuerte manifestación de amor, en una tierra que no tiene dueño, ni emperador.
Es libre como la semilla que nace entre las
rocas, es fuego ardiendo en el alma, es canción bailando con el viento sin
control, sobre la mar revoltosa, buscando la invisible integridad de los elementos.
BAILANDO CON EL FUEGO
Que les voy a decir, si las venas están sangrando
hace tiempo, todo lo malo lo dejo a un lado y voy comiendo de la tierra, de la
luna y el vino.
Hacia el norte dirás, masticando fina fruta y
delicado bienestar, donde los placeres cuestan caro, y la codicia es ley. Donde los aires de grandeza
son perfume entre las sombras, y los muertos son dinero para los poderosos.
Yo señalo al sur, de mil noches y mil fuegos, que
absorben las lágrimas de las profundas tinieblas.
Los brujos en sus sueños, ríen de tanto cantar,
las baladas más tristes de un futuro abrasador.
MUNDO CIEGO
Se vive en
los terribles mundos de los ciegos, nos venden una podrida eternidad, donde los precios abundan y se evaporan en la
mentira.
Mentira de existir, de exigir una vida robada, que de tan vacía, se pierde en lo profundo del
aire.
Cuando la tierra húmeda parece desaparecer, los
dueños del mundo te piden una gran colaboración, te señalan y te
advierten, amenazando tu calidad y tus
sueños.
El lobo desciende del monte en ocasiones que
tanto adoras, permitiendo que la locura de pertenecer, se ría de tus flacos
atributos, y te enjaule en la debilidad.
Pero el ojo salvaje mira por la fina ventana
que se abre al exterior, preguntando si
todos será real.
Se destierra
el hombre que atraviesa el bosque profundo, abriendose al viento que sopla
entre lo oscuro y deja el rancio placer de continuar estibando, se disuelve en
la sinrazón de ser libre.
ROMPIENDO EL CIRCULO ESCLAVO
La mente te empuja hacia un laberinto, con mil
murales y mil paredes, esclavizando tus ideas, desnudándote en la soledad, donde
la acción se desvanece y quedas dando vueltas en el mismo circulo, perdido en
los cielos deformes y cuerdos. Rutinas y más rutinas, causan un estupor
momentáneo, sin ver como la hoja se cae
de las alturas y se esconde en lo más profundo de la tierra.
Caes en
una noche romántica y en las que te despides del mundo y tu demonio se apodera
de tu ser, las cadenas se mueven como lo haces tú, dándote espacio antes de probar
el sabroso manjar, cubriéndote de polvo, se estira y se afloja, a su propio
placer.
Pero el universo garantiza energía, de poder
explotar en el aire y disolverse en un cantar. Las lágrimas acechan en un
mundo que no es real y se esfuman con el viento, en esas noches que te palpita el corazón por encontrar un segundo libre, desarmado y desnudo.
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