Tantos libros tanta sabiduría y nosotros desnudos, alzamos
la bandera de la verdad sin saberla, aunque tengamos unos vagos pensamientos
adecuados sin ser propios, claro está.
De solo pensarlo nausea saber la emoción
de encontrarse sin nada, a veces la verdad tiende a enloquecernos, unas cuantas
veces nos da alegría, pasiones, sentimientos que jamás olvidaremos, sin embargo
lo callamos, la muerte nos espera y tememos llegar al fin sin armas para
combatir una batalla que siempre supimos perdida, aunque cabezones e
impacientes pensamos en la locura del después , aunque no nos preocupa el
presente que ya nada nos inquieta, nada nos motiva, sacamos la rutina cada día,
para que alguien nos limpie de una vez nuestra mugre diaria.


