LABERINTOS


Bajo los escombros hay un silencio capaz de aturdir al inquieto, apabullar al desorden y cautivar la locura, locura que no se detiene a pensar, que transita por laberintos mágicos, enferma de amor que rebelde canta;
donde las penas se convierten en cenizas y las estrellas cantan salvajes melodías.
Un mundo cuerdo solo contamina el estado mayor insurgente.
Nademos pues, que nuestros corazones están esperando una simple sonrisa.